Torta Tibia de Arándanos

La pastelería no siempre debe ser complicada y precisa, también puede ser simple, rápida y al mismo tiempo deliciosa. Como por ejemplo esta torta tibia de Arándanos. Mi mamá no es una gran repostera, su fuerte son las comidas saladas al mejor estilo italiano. Pero nunca le faltó  una receta fácil y rápida debajo de la manga para preparar en un domingo de lluvia. Además de dibujar, pintar, mirar películas y flotar barquitos de papel en el cordón de la vereda, comer cosas ricas siempre estaba dentro de los planes en mi infancia, “en un día de lluvia”.

Con unos pocos ingredientes, que siempre hay en la alacena, ella lograba recetas muy diferentes y ricas, casi a ojo y sin mucho detalle. Esto prueba que cualquiera puede cocinar. Claro que si no están muy cancheros pueden seguir la receta para no equivocarse, seguro les saldrá riquísima y podrán mimar a sus seres queridos en pocos minutos. 


Mi mama usaba lo que tenía a mano, banana, manzana o ciruelas, siempre bien maduras claro. Con el tiempo fuimos optando por los arándanos, quedan muy sabrosos y le dan a la masa un color maravilloso. Ustedes pueden experimentar con otras frutas, si encuentran alguna combinación que quede espectacular, me gustaría que me lo hicieran saber para poder probarla.
Usen una fuente baja y que puedan llevar a la mesa para servir directamente de ahí, si es linda mejor, también pueden usar moldes individuales como los de la foto que son enlozados y esto reducirá notablemente el tiempo de cocción.
Otro dato importante, esta torta se sirve tibia…pero sinceramente creo que es porque nunca le dimos tiempo a enfriarse.


Mousse de Frutillas y Mousse de Vainilla en Verrines

 
 Ya pasó diciembre, las fiestas, las corridas, los regalos. Tanto estrés y cansancio, ahora podemos relajarnos y disfrutar del verano.
Después de algunos días de descanso estoy de vuelta, mi casa estaba un poco desordenada, cuando recibís gente vas guardando cosas por todos lados y cuando cocinas mucho, la alacena y la cocina se vuelven un caos. Me tomé un tiempo para ordenar y para poder volver a entrar en la cocina. Poco a poco las cosas van encontrando su lugar. Y para empezar el año muy tranquilos les dejo esta receta, simple, rica y fresca.

Un “Verrine” es un postre francés tipico que se sirve, como su nombre lo indica en vasos, frascos o tarros si seguimos su traducción literal. Pueden ser dulces o salados y una de sus características principales es que están armados en capas, y cuanto más vistosas estas, mejor. Existen cantidad de combinaciones y el formato da gran espacio a la creatividad.


Probablemente éste sería el prostre que elegiría para una cena entre amigos. Tener estas copas, vasos o en su versión más rustica frascos, preparados desde el día anterior es todo un placer y nos permite relajarnos y disfrutar, sin tener que correr a preparar el postre. Primero algunas horas en el freezer y luego a la heladera hasta el momento de servir…les puedo asegurar que lucirán tan hermosos y coloridos como en el primer momento. Dejen volar su imaginación y preparen verrines de lo que más les guste.
En este caso vainilla y frutilla… dos sabores que quedan muy bien juntos, colores pasteles, un mantel blanco… que más les puedo decir. El cielo sobre la mesa. A disfrutar.